Aterrado, mil palabras me llegan al alma
para describir como apreciar este nuevo alba...
Ayúdame a verbalizar mi corazón en calma
y créete que tus verbos de corchea me salvan.
Canta qué atribula a tu mente con color malva.
Hoy las olas del cielo ya no suenan igual
cuando las surcas imponente en tu canoa
de letras de terciopelo que desvanecen todo mal,
y tejen un mar de emociones dignas de loa.
Canta. Canta otra vez y acaricia al viento
con tu voz de seda, que vuela libre,
y derrumba mi corazón fuertemente, pero con tiento
mas tiñe mi vida con azul, lavanda, fuego y jengibre.
Vuela otra vez, y llévame contigo,
átame entre las cuerdas de tu guitarra hechizada
corea en canción las palabras de hierba que te digo
y con nuestras voces en la mano, hagamos del arte nuestra secreta morada.
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