Después de un tiempo sin escribir debido a compromisos varios, aquí va:
Hoy, aunque cuatro paredes de hueso se ciernen sobre mi ser,
me desbordan la fuerza, las ganas y la libertad,
tras dilatados y sesudos senderos de pesar, al fin puedo ver
un deslumbrante astro soberano reinando sobre las vías paralelas
de bosques, rocas y minas donde dejaré el fruto de mis manos encalladas,
y me embriagan el alma tus miradas y la vida que anhelas.
Así, me recibes con tu abrazo acogedor y tu danza certera,
entre risas inocentes, jardines que llenas de arte y laberintos turquesa,
adioses de eras, reencuentros de color inalcanzable, y esperanza duradera.
Me pierdo entre los besos de historia, granos de café y letras de fresa,
mas me encuentro con más acierto que en aquellos montes nostálgicos, y sus caderas;
y en el somier de un ayuno verde me embriagan unas palabras, que ahora pesan
y me empujan a creer que quizá se equivocaba esa vieja y conocida calavera,
me atenaza la sombría duda de aceptar como guía esas palabras rizadas que me besan,
consuman mi acogida y hoy inspiran a mis dedos, que bailan claqué sobre la madera.
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