viernes, 20 de abril de 2018

La llama y la sierra

Con el corazón empuñado, me despido con unas breves palabras y la más bella música:

La llama y la sierra

Esa noche, tú bailabas conmigo
Esa noche, no había ningún lugar
Para recuerdos oscuros, ni azar,
Pues con tu vaivén dabas abrigo.

Aquel día de nostalgia temprana
Mi corazón yacía en la tierra
Que veía crecer en la sierra
Flores y risas, así, como hermanas.

Baila otra vez, fuerte, en paz y pura
Con tu llama inmortal sobre el compás
De una calma inocente y segura.

Que consumes las penas y jamás
Ya podrá perderse esta hermosura
Que deja invisibles yugos atrás.


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