Recuerdo tu voz ausente, de jocosidad fugaz y blanca, de sueños inefables y dementes. De amor que hoy se estanca. Que reposa entre las llamas emergentes, dependiente de una fortuna desafortunadamente manca. Recuéstame en tus malditos labios inclementes donde huyes cada noche, afanada; que juegan atrevidos con tu simiente y me abocan al frío de madrugada. Dispara tus latidos al sol de frente y asesina esta elegía maniatada, así que tu aroma más puro nos aliente y te sientas en la penumbra tuya y arrojada. Hoy los carámbanos ya escritos y testigos que nos acechen solo son tierra que sustenta, sin miedo, tu voz mentolada y mientras los cielos nos mienten, solo escuchamos la sangre del remordimiento entre pared y espada. Tú. Y yo. Y las paredes que mueren caídas a voces, al unísono de esta alborada.
Papel virgen Blanca, te presentas ante mi Y no estás aquí. Iridiscente. Nieve de noviembre. Inexperta, deseada, Blanca. Creo que no te llamas así. Quizá solo en mi mente Pero así eres. Me arrollas... No te quiero de otra manera. Porque ves tedio y lo desollas. Porque te grabas en madera. Porque luces sin argollas. Porque de casualidad te haces eterna. Porque en esta encrucijada ardiente Nuestras palabras se antojan amenas. Se antojan mías, y saben a sur. Huelen a futuras viandas, nobles, y de risas a dos. Sonríe(ríes) con el alba en volandas y letras que a veces dicen adiós. Eres innegable. Indeleble. Inmensa. Inspiración de papel ausente.
Hoy, en colaboración con un amigo que está diseñando una magnífica historia ambientada en la leyenda de Merlín para que en la historia la cante un bardo. Dado el carácter medieval de dicha composición, he intentado sacar un romance lo mejor posible, y en este poema, efectivamente, todos son octosílabos, riman los pares, y los impares quedan sueltos.
Por supuesto, al final, lo acompaño de música y, como no podía ser de otra forma, será "The bard's song", por Blind Guardian, en una de sus mejores y más emotivas versiones en vivo. Espero que os guste:
De como el rey Uther
mostró su faz mentirosa para yacer con Lady Igraine y convertirla en esposa
Llegó a
oídos de Uther,
de esta
historia nuestro rey,
que de
Cornualles el duque,
afrentó
contra su ley.
Hízoles
llamar para si,
a él y su
hermosa mujer.
Su cena
firmó la paz,
pero algo
había entrever,
pues Uther
bajo la luna
con Igraine
quiso yacer.
“Nunca en
mil años de vida
mis nupcias
traicionaré”
espetó
Igraine y al alba
se vieron
desaparecer.
Fue entonces
cuando el rey Uther
los instó a
prestos, volver,
y fue ante
el rechazo de ellos
que su furia
púsose en pie
y ante los
cielos juró
venganza al
amanecer.
En esto
huyeron los duques,
con la
guerra a sus pies,
el marido en
Terrabil,
Igraine a
Tintagel;
Las dos
fortalezas que Uther
nunca habría
de vencer.
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Y al tercer
día en Terrabil,
Uther sumido
en dolor
Al caer la
noche a sus nobles,
Desesperado,
llamó.
Los hizo
buscar a Merlín,
llamado el
enantador
quien por lo
ancho del mundo
amplia
leyenda forjó,
el hechicero
olvidado,
por la
voluntad de Dios.
Lo encontró
el noble Ulfius
casi en
desesperación,
y ayuda para
su rey
apresurado
rogó,
que diera
una salida
a su
infinita pasión.
Y daba su
ayuda Merlín
con solo una
condición:
“Que el
primogénito sea mío,
el rey lo
jure por su honor,
que haré de
él lo que quiera,
y a él le
dará valor”
Sin pensarlo
demasiado
el rey raudo
aceptó
y con Merlín
y su noble
a la luna
cabalgó.
Al llegar a
Tintagel
el mago su
magia obró
y al rey,
otrora Uther,
como el
duque disfrazó.
Y en esto
que en Terrabil el diestro duque atacó
a las tropas
sin rey, pero
en batalla
el duque murió,
mientras el
rey disfrazado
mostraba a
Igraine su amor
y en el
castillo costero
primer hijo
concibió.
Y después de
esto, pronto
del lado de
Igraine se marchó,
quien
prontamente, del duque
y su muerte,
se enteró,
y el
recuerdo de la noche,
profundo la
consternó.
Siendo que
al poco de esto,
el rey su
mano pidió,
al faltar ya
su marido
amado, quien
falleció.
Por consejo
de los nobles
Igraine al
fin aceptó,
y el rey
agradece a Merlín,
que sus
hechizos obró;
el triunfo
en sus afanes,
que gracias
a él cumplió.
Y la canción, "The bard's song", por Blind Guardian:
De café a chocolate,
te desvaneces sobre lienzos
de madera que quiero robarte,
entre besos lejanos e inmensos.
Sin lugar donde excusarte
me pides estos cremosos versos
sin quererlo ni desvelarte;
y tu verdad de ayer, en hueso.
Y qué importan las cosas,
cuándo lanzamos caos al viento,
como un carrusel desgarrado,
de palabras elegidas sin tiento,
huyendo de un suelo embarrado.
Y qué importan las cosas
cuándo nadamos en violines
y música de arpa azarosa
a lomos de verdes delfines.
Y qué importan las cosas
cuándo la vida en negro mate
cambia sus cabezadas tediosas
de café amargo a dulzor chocolate.
Luna, sé la luna de mi noche,
desgárrame con tus palabras turquesa,
y que nuestras letras se derrochen,
bajo esta sábana melódica que nos besa.
Pinta mi cielo gris sin reproche,
muéstrame tu canción que se deshuesa,
que tus labios de vino se descorchen,
y me llenen de la vida que profesas.
Porque llegas fuerte y desatada,
con tus raíces de fuego y almendro,
tu serenidad pálida y alocada,
y tus palabras, entre rododendros,
embelesado mis pasos y mi mirada,
y anegando mis palabras y mis adentros.