Luz de domingo primaveral
Hoy, en una encrucijada al final de todos los caminos,
poso con decisión mis palabras sobre un papel olvidado
y mi alma sobre ti, dudoso destino.
Veo tu rostro y tus labios besan mi alma
manchados de pasión, de noche y de vino.
Me abruma la intensidad de tu voz, mas a la luz
de tu azabache mi alrededor parece tan anodino...
Quiero abrazar tus sueños y hacerlos poesía,
y llamarte a gritos con surcos bailarines de tinta y finos.
Tus ojos asombrados y tu mirada me hacen sentir
estas letras puras y sinceras como mi aterrador sino,
que vocifero tras desatar mi verde naturaleza,
encarcelada, que me rescató ese jardín de lino.
Y no sé si quiero que sepas leer estos versos
que florecen al albor de la primavera y su brisa
por ti, tu pasión, tu luz y tu invencible risa.
Gracias
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