Albor de ébano
Cuán bella luces en mi memoria,
ave que me brinda estas letras,
prudente, pura, sin saberte notoria
en esta negrura que defenestras.
Levitas con tu ébano embrujado
entre las fallas de mis pensamientos.
Calcinas mi pesar ajado
cizallando sin remedio mis cimientos.
Sonríe y modela este sueño
que labra el eterno firmamento
de los albores que me llamaron dueño
y ahora despiertan con tu acento;
con el arte, hechizo y vibrante empeño
de la melodía que arpegias con exquisito tiento